La semana en la que se celebra el juicio del asesinato de Berta Cáceres, ha coincidido con la celebración del Día internacional de las personas defensoras de derechos humanos. Más de 300 personas asesinadas en el año 2017, principalmente por la defensa de los derechos de la tierra. Mujeres y hombres que enfrentan dictaduras, empresas extractivas y mineras, organizaciones criminales o colectivos armados con un alto coste para sus vidas. Como red de organizaciones que acompañan a muchas de esas personas nos sumamos a la declaración de CIVICUS en la que expresamos nuestra enorme preocupación por los enormes desafíos que enfrentan y exigimos que gobiernos, organismos multilaterales y empresas respeten los derechos humanos. La hija de Berta Cáceres se mostraba pesimista en relación a la justicia: “Hace más de dos años comencé esta lucha en búsqueda de justicia, ahora no estoy tan convencida de poder alcanzarla.”
A pesar de lo dramático del contexto, hay espacio para la esperanza. Cuatro continentes, miles de kilómetros, cientos de historias… mujeres, lideresas, periodistas, ciudadanas, campesinas, activistas. Mujeres que luchan individual o colectivamente para defender sus derechos y los de sus pueblos en la historia de cuatro mujeres que demuestran que los cambios son posibles y que otro mundo ya está sucediendo. (Especial multimedia en eldiario.es)
Centroamérica y las otras caravanas
Además de las pandillas, las violencias, la desigualdad, la corrupción y la escasez de oportunidades, el machismo empuja a las mujeres centroamericanas a unirse a la caravana migrante. Un número importante de personas que huyen de la región llegan a España, la otra caravana migrante: cerca de 5.000 personas procedentes de Centroamérica han pedido asilo en España este año, más del doble que el año pasado y siete veces más que en 2016.
Uno de los factores que están expulsando a las personas de sus hogares de manera creciente es el cambio climático. A pesar de que cada año afecta a un número mayor de personas, aún no existe una definición consensuada de lo que es una desplazado o desplazada ambiental ni una legislación específica en esta materia. Así lo denuncia el informe realizado por Entreculturas, ECODES y Ayuda en Acción que fue presentado esta semana.
Esta semana el gobierno español ha olvidado el “espíritu del Aquarius” y ha rechazado a las personas rescatadas por el pesquero Nuestra Madre de Loreto. A pesar del ofrecimiento de Valencia de acoger el barco, el gobierno ha insistido en enviar a esas 12 personas a Libia. Las personas rescatadas, que habían huido de los guardacostas libios, aseguran que “no tienen miedo a morir, sino miedo a volver a Libia”. ACNUR ya ha declarado que “están sorprendidos con el gobierno español porque Libia no es un destino seguro (…) los migrantes son devueltos a centros de detención en condiciones que están por debajo de estándares mínimos de protección”.
Palestina
29 de noviembre. Día internacional de solidaridad con Palestina. Salieron de sus casas huyendo de una guerra y, desde 1948, reclaman su derecho a volver a su hogar. Hoy son 5 millones de personas condenadas a vivir en la esperanza de un futuro digno, porque su presente no lo es. Palestina: 70 años de conflicto.
30 años de logros, aunque también mucho abandono
La semana también ha traído algunos análisis sobre la cooperación y sus instituciones. Con motivo del 30 aniversario de la AECID, José A. Alonso desgranó en este artículo los retos la política pública de cooperación tiene por delante. “Pese al camino recorrido, la cooperación al desarrollo sigue siendo una política frágil, que se sustenta en consensos débiles, sometida a los vaivenes del ciclo político o al perfil de los responsables de turno, y que es relegada por casi todas las fuerzas políticas a las zonas de sombra de las prioridades públicas”.